Un gato observa, calla y parece indiferente. Sin embargo, cuando su voz se convierte en relato, el mundo humano aparece bajo una luz inesperada, irónica y al mismo tiempo profundamente tierna. Entre la ligereza de una sonrisa y la gravedad de una emoción verdadera, esta mirada felina nos conduce a descubrir lo frágil detrás de lo cotidiano y lo esencial en lo que a menudo pasa inadvertido.
Quizás no soy Dios no es simplemente la historia de un animal: es una novela contemporánea que combina humor y melancolía, que hace reír con una ocurrencia inesperada y, en la página siguiente, invita a detenerse en una reflexión que permanece mucho después de cerrar el libro.
Con un estilo ligero y elegante, esta obra italiana —que ya ha conquistado a miles de lectores en Europa— ofrece una perspectiva única: la de un narrador inesperado que, al contar su mundo, ilumina el nuestro.
