¿En qué se diferencia esta publicación de otras muchas y amplias publicaciones ya existentes sobre esta misma materia? Si tuviéramos que añadir un subtítulo a este libro sería, sin duda, el de divulgativo y didáctico. El autor, con su larga experiencia pedagógica, persigue estos fines a lo largo de todo el libro, utilizando siempre razonamientos que, sin obviar las a veces complicadas reglas de la Gramática, nos guían de forma sencilla y clara para determinar qué signo de puntuación elegir y en qué lugar del texto colocarlo. Todo ello con ejemplos y más ejemplos, retorciendo las frases, cambiando el orden de las palabras, utilizando múltiples recursos e imágenes, hasta llegar a convertir el libro en una especie de juego con el lenguaje.
Aunque todos los signos de puntuación son útiles para la clarificación del texto y para lograr reproducir la entonación que ese texto tendría en el lenguaje oral, es la coma el signo de puntuación más determinante. Su aparición o ausencia, así como su colocación o no en el lugar adecuado, puede convertir en injuria o calumnia lo que pretendía ser un dictamen ético. De ahí que uno de los epígrafes del libro se titule “La coma delictiva”.
El extenso apéndice de ejercicios prácticos, con las soluciones explicadas, hacen del libro un instrumento autodidacta en el aprendizaje del uso de los signos de puntuación.
El autor es conocido por sus numerosas publicaciones de libros relacionados con la Contabilidad, muy apreciados por su claridad y enfoque didáctico. Estos mismos valores son los que resaltan en este libro, cuyo contenido lo extrae el autor de sus años en la Universidad Pontificia de Comillas, donde el estudio del latín y del griego era el bagaje necesario para el dominio de la lengua castellana y, lógicamente, de sus signos de puntuación.
Aunque todos los signos de puntuación son útiles para la clarificación del texto y para lograr reproducir la entonación que ese texto tendría en el lenguaje oral, es la coma el signo de puntuación más determinante. Su aparición o ausencia, así como su colocación o no en el lugar adecuado, puede convertir en injuria o calumnia lo que pretendía ser un dictamen ético. De ahí que uno de los epígrafes del libro se titule “La coma delictiva”.
El extenso apéndice de ejercicios prácticos, con las soluciones explicadas, hacen del libro un instrumento autodidacta en el aprendizaje del uso de los signos de puntuación.
El autor es conocido por sus numerosas publicaciones de libros relacionados con la Contabilidad, muy apreciados por su claridad y enfoque didáctico. Estos mismos valores son los que resaltan en este libro, cuyo contenido lo extrae el autor de sus años en la Universidad Pontificia de Comillas, donde el estudio del latín y del griego era el bagaje necesario para el dominio de la lengua castellana y, lógicamente, de sus signos de puntuación.