Clare solo quería cumplir con el pedido de su prima muerta, una carta dejada en el testamento junto a su hija, Emily, de que Andrew Rosell, el hermano de su marido conociera a la niña, pero Clare no podía imaginar lo inaccesible que podía resultar ser aquel hombre, alguien que tras un encuentro promete poner su vida patas arriba.
Una cita equivocada no siempre es una mala cita
Una cita a ciegas, un malentendido y unos desastrosos y locos planes para solucionarlo.
Kara está obligada a tener una cita a ciegas con un desconocido para conseguir que su madre le de el dinero que salvará su empresa pero no piensa que en la mesa que se sienta no se encuentra el hombre de su cita, sino un completo desconocido que en un principio piensa que es una loca que intenta ligar con él.
El problema viene cuando su madre, tras saber que no ha ido a la cita, pide conocer al desconocido al que su hija afirma que ha sido un flechazo y de quien no sabe nada.